El coronavirus en Europa: ¿qué está haciendo la UE en los tiempos de la pandemia?

, de Kamil Mikulski, Michalina Jabłko, Traducido por Monika Butryn

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El coronavirus en Europa: ¿qué está haciendo la UE en los tiempos de la pandemia?
Fotografía: Pixabay

La epidemia mundial y la crisis económica que más probablemente la seguirá, está afectando a Europa especialmente profundamente. La opinión pública se plantea la pregunta: ¿cuál es la posición de la Unión Europea y sus instituciones en esta situación? Para empezar, recordemos qué es el COVID-19 y cómo protegerse ante él, y luego respondamos a la pregunta sobre las acciones de la UE ante la crisis epidémica.

¿Qué es el coronavirus?

El virus SARS-CoV-2, aunque sea nuevo, pertenece a la familia de los coronavirus que conocemos muy bien. Provocan un resfriado que se caracteriza por infecciones no graves del aparato respiratorio superior, trayendo como consecuencia catarro, tos, ronquera y dolor de garganta. Podríamos reflexionar sobre por qué este mismo virus es tan peligroso: es por la alta variabilidad genética de este grupo de virus. De vez en cuando se forman cepas más virulentas, como fue en el caso de la enfermedad de SARS causada por SARS-CoV en 2003. Conocido comúnmente, el coronavirus (SARS-CoV-2) causa la enfermedad de COVID-19, que puede ser leve y asintomática, pero en algunos casos resulta ser violenta y requiere hospitalización.

¿Cuáles son las maneras de prevenirse ante el coronavirus?

Lo más importante es lavarse las manos y la cara con agua tibia y jabón, lo que provoca la neutralización del virus. Otros métodos conocidos incluyen: usar los líquidos y geles antibacterianos para la desinfección, limitar el contacto con otras personas, estornudar y toser en el ángulo interno del codo en vez de la mano abierta, y lavar frecuentemente el teléfono y su funda. El uso de máscaras faciales se justifica cuando somos miembros del personal médico o estamos enfermos (lo que reduce las opciones de transmisión). Las máscaras quirúrgicas estándar son de un solo uso y después de 30-120 minutos ya no son utilizables debido al aumento de su humedad por nuestra respiración. En caso de viajar desde otro país, es importante cumplir con la política de cuarentena y no exponerse a otras personas.

¿Qué significa el movimiento “aplanar la curva”?

Sin introducir ningún método de prevención o protección, el número de casos nuevos va creciendo exponencialmente. Al aplicar medidas preventivas, se puede frenar la propagación del virus, lo que conduce a un aplanamiento de la curva de la enfermedad para que el sistema sanitario de un país pueda funcionar eficientemente.

¿Y tiene sentido, todo esto?

Los países europeos han comenzado a tomar diversas medidas de protección en momentos completamente diferentes. Se estima que algunos percibieron la amenaza demasiado tarde y abordaron los principios de prevención con demasiada desconsideración. Podemos observar el cierre de escuelas, lugares de trabajo, tiendas, aeropuertos y fronteras nacionales. Estas acciones se dirigen a reducir el contacto entre las personas, pero no es suficiente. La conciencia pública es importante. Este no es un período de vacaciones y una oportunidad para conocer amigos para los que no tuvimos tiempo antes. Debemos ser razonables en la lucha contra una pandemia (epidemia mundial).

¿Dónde está la Unión Europea?

¿La Unión, tan activa durante la crisis financiera y migratoria, decidió repentinamente estar ausente? ¿O tal vez, siendo tan ansiosa en imponer la disciplina fiscal o tan feroz hacia países que violan el estado de derecho, frente al virus solo es capaz de esconder la cabeza como un avestruz? La respuesta es clara: la Unión está presente y apoya a los países europeos en la medida en que los Estados miembros la hayan permitido. Y desafortunadamente, esta es una conclusión amarga.

Competencias compartidas

El derecho sustantivo de la UE distingue varios tipos de competencias que los Estados miembros han cedido a la UE, representada por sus instituciones. La salud pertenece al área de competencia compartida y está regulada, entre otros, por el artículo 168 del TFUE, cuyo contenido hace hincapié en la investigación, el seguimiento y el fomento por parte de la Unión de la cooperación entre los Estados miembros en la aplicación de los artículos. Realmente no es mucho. Por lo tanto, la Unión Europea opera dentro de los límites establecidos por los Estados miembros y de conformidad con el principio de subsidiariedad.

Entonces, ¿qué está haciendo la UE ante esta crisis? La información detallada se puede encontrar en este enlace. Es un conjunto de informaciones acerca de las iniciativas de la UE en el ámbito de la movilidad, salud pública, economía, gestión de crisis y la investigación de vacunas. Es además un canal de comunicación estratégica, ya que permite a la UE proporcionar información fiable sobre la lucha contra la pandemia y publicar estadísticas relacionadas con el COVID-19. De conformidad con la comunicación estratégica, la Unión realiza, entre otras, las siguientes acciones:

  • El 6 de marzo, la UE declaró su apoyo a los trabajos para la creación y pruebas tanto de las vacunas como de la prueba diagnóstica con 47,5 millones de euros, de los cuales 37,5 millones se destinarán a la elaboración de la vacuna contra el coronavirus. El 10 de marzo, la Unión anunció que había logrado recaudar una cantidad mucho mayor, hasta 140 millones de euros, de fondos públicos y privados.
  • La UE anunció la liberalización de requisitos para el sector de la aviación, apoyo económico integral para el Espacio Económico Europeo, la Iniciativa de Inversión: Respuesta al Coronavirus (CRIS) para la protección de salud, pequeñas y medianas empresas, el mercado laboral y otros sectores sensibles. Un grupo operativo especial va a supervisar las transferencias de dinero bajo CRIS.
  • La Comisión sigue en contacto telefónico constante con los ministros de los Estados miembros responsables de la salud pública y los asuntos interiores. También facilita una mayor participación para los científicos, incluidos los virólogos, en la configuración de las respuestas de la Comunidad y en la gestión de crisis.

Esto es, por supuesto, la punta del iceberg. Animo a todos los interesados a seguir los canales de noticias de la UE, incluidos los perfiles oficiales en las redes sociales.

¿Si va tan bien, por qué va tan mal?

Los europeos están luchando contra el virus disponiendo de la información, las recomendaciones de la administración pública y el sentido común como su arma. La situación actual requiere actuación en varias dimensiones, pero la individual es la más importante. En gran parte, el alcance y la rapidez del estallido de la pandemia en nuestra región depende de nosotros.

La UE está haciendo todo lo posible, pero los Estados miembros no la equiparon con los instrumentos que pudieran facilitar la tarea. Tampoco es impecable: prácticamente desde diciembre ha estado claro que el COVID-19 llegaría a Europa. Sin embargo, ni la UE, ni los Estados miembros se prepararon para la crisis emergente. Tampoco se prepararon para hacer frente a las consecuencias económicas del confinamiento y del distanciamiento social. Por lo consiguiente, ahora tenemos que apagar el fuego e intentar limitar su alcance juntos.

La siguiente observación es la aparente debilidad de la comunicación estratégica de la Unión. La UE se ha acostumbrado a las acciones discretas y poco agresivas, a lo mejor por temor de populismo. Ahora no entiende que, en el momento de la crisis, los europeos necesitan un discurso positivo y calmante por parte del imperio europeo, que demostraría de manera convincente a los ciudadanos europeos que no están solos, y que la solidaridad europea no es solo una fantasía. La crisis es un período en el que las acciones reales deberían ir apoyadas por grandes gestos y símbolos de unidad y solidaridad, para que los italianos sepan, que no solo Pekín o Moscú les va a ayudar, para que los españoles puedan contar con otros países y para que los vecinos, como Serbia, no tengan que acusar a la UE por haberlos dejado solos y hasta por traición.

¿La crisis sanitaria, económica, o también de solidaridad?

Se puede argumentar que el requisito de prevención audaz e integral de la pandemia es injusto. También se puede defender a la UE y acusar a los euroescépticos de que ellos mismos estaban en contra de proporcionar a la Unión los instrumentos que necesita ahora. Sin embargo, esto no importa mucho, especialmente en este momento de dura prueba, donde la solidaridad y el consenso europeos son extremadamente necesarios.

Dado lo anterior, hemos de esperar que los líderes europeos y los Estados miembros emprendan una acción real, como evidencia de solidaridad internacional, y que nos suministren gestos y símbolos visibles que, aunque no sean los más importantes, tengan un impacto medible en el sentido de seguridad de los europeos. Necesitamos una acción armonizada y efectiva, así como tenemos que brindar apoyo a nuestros vecinos para que otros países europeos que no son miembros de la Unión tengan bien claro que pertenecen a la familia europea y por eso recibirán ayuda necesaria.

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