INTERREG: 25 años de cooperación territorial

Los primeros pasos de la cooperación territorial

El desarrollo de los intercambios económicos y culturales en los años de la posguerra favorece el acercamiento entre las colectividades territoriales en Europa. Las primeras cooperaciones transfronterizas traducen también la voluntad de sobrepasar las barreras geográficas (mar, montaña) y administrativas (las regiones disponen de más o manos competencias según los estados). Puede tratarse también, para las regiones del Ártico, de romper el aislamiento.

Las primeras cooperaciones transfronterizas emergen en los años 50 y 60. En 1971, un grupo de una decena de regiones transfronterizas crean la asociación de las regiones transfronterizas europeas (ARFE). Sin embargo, hay que esperar un convenio del Consejo de Europa de 1980 para que la cooperación transfronteriza sea reconocida jurídicamente. En 1990 la Comisión europea crea el programa INTERREG 1 con el fin de alentar la cooperación transfronteriza. El programa permite a que colectividades territoriales vecinas trabajen juntas sobre problemáticas comunes. Las relaciones de vecindad se desarrollan, siendo los ciudadanos cada vez más numerosos a cruzar diariamente las fronteras. En cualquier lugar de Europa, las colectividades territoriales se enfrentan a las mismas problemáticas económicas, sociales, medioambientales…

Aprender mediante el intercambio más allá de las fronteras

La cooperación territorial se ha extendido progresivamente a zonas transnacionales (Suroeste Europeo, Mar del Norte, Báltico, Arco Atlántico…) y al interregional (a escala de todo el territorio de la UE) aunque la vertiente transfronteriza siga siendo prioritaria en términos presupuestarios. De una simple iniciativa comunitaria en 1990, la cooperación territorial se ha convertido hoy en uno de los objetivos de la política de cohesión con un presupuesto de acerca de 10.000 millones de euros para el periodo 2014-2020 (INTERREG V).

Los ejemplos de cooperación territorial que han sido financiados en el marco de INTERREG son numerosos. Aquí van algunos ejemplos:

1. La puesta en marcha de una red de incubadores de empresas en la Eurorregión Pirineos-Mediterráneo que reúne a las Comunidades autónomas de Cataluña e Islas Baleares así como a las regiones francesas de Midi-Pyrénées y Languedoc-Roussillon.
2. Una red de formaciones transfronterizas (entre Extremadura y las regiones Portuguesas de Alentejo y Centro de Portugal) para transformar la economía rural.
3. Un proyecto que favorece el intercambio de experiencias entre 10 regiones Europeas (Comunidad Valenciana, Greater Manchester, Abruzzo…) en materia de inversiones en proyectos de energía sostenible.
4. La construcción de un hospital transfronterizo en la Cerdaña (Cataluña/Languedoc-Roussillon)

El ejemplo del Hospital Transfronterizo es un símbolo fuerte. El valle transfronterizo de la Cerdaña, ubicado a unos 1200 m de altitud en los Pirineos está aislado y su población se cuadruplica cada invierno por la afluencia de esquiadores. Ya no hace falta ir a Barcelona, Prades o Perpignan en caso de una urgencia hospitalaria. Todo un alivio para los habitantes de la Cerdaña y sus alrededores…

Una cooperación territorial que “crea Europea”

Aunque la cooperación territorial se haya convertido en un objetivo de la política de cohesión, su presupuesto sigue siendo insuficiente. En efecto, no pesa mucho si lo comparamos con los fondos que recibe cada región de la UE en el marco de la política de cohesión. Sin embargo su naturaleza es bien distinta: antes de pedir un euro de subvención a la Unión europea, uno debe “emprender un camino europeo” es decir acercarse a uno o más socios situados en otros estados de la UE. Es el “aprendizaje mediante el intercambio” que anima a actores locales y regionales de toda Europa a trabajar e innovar juntos. Además son muchos los retos a los cuales se enfrentan los actores locales y regionales. El cambio climático, por ejemplo, se burla de las fronteras y exige una mayor interacción y solidaridad entre los territorios. ¿Sin embargo, la esencia del proyecto de integración europea no reside en la cooperación?

“Europa no se hará de golpe, ni en una obra de conjunto, se hará por medio de realizaciones concretas, que creen, en primer lugar, una solidaridad de hecho”. La visión de los padres fundadores de Europa estaba impregnada de realismo. Después de la segunda guerra mundial la lógica de la venganza dió paso a una lógica de cooperación. Hemos empezado a juntar los recursos de carbón y acero. A su manera, la cooperación territorial, persigue, modestamente, la voluntad de los padres fundadores de Europa, permitiendo la eclosión de “realizaciones concretas, que creen, en primer lugar, una solidaridad de hecho” a nivel local y regional.

Los 25 años de INTERREG nos han aportado una multitud de proyectos que ilustran una Europa concreta al servicio de los ciudadanos. Es necesario comunicar más sobre estos programas que “hacen Europa” como INTERREG o ERASMUS, por citar solo algunos de ellos. Europa es hoy en día cada vez más despreciada. Entonces, debemos convencer el ciudadano “mediante la prueba” de que Europa se preocupa de su vida cuotidiana.

“No coaligamos estados, unimos personas”: ¿La cooperación territorial no contribuye, a su nivel, a traducir en acción, la voluntad expresada por Jean Monnet?